Hogwarts acabó hecho un desastre tras el levantamiento de los gigantes, Hogsmeade no era ahora lugar seguro para nadie que quisiera seguir en forma humana en luna llena. Y sin embargo, Voldemort había caído. La gente rehacía su vida tras las pérdidas, los llantos y la desesperación. Muchas personas lo habían perdido todo, sus pertenencias en los saqueos, sus casas en los ataques…
Draco Malfoy pensaba que quien se quejaba de todo aquello no era más que un quejica egoísta, lo pensaba mientras depositaba unas hermosas flores blancas sobre el igualmente albo mármol. Él había perdido a la única persona a la que realmente había amado en serio.
Y ni nadie había sido tan valiente como Harry Potter, ni nadie había oído quejarse a Draco sobre su muerte nunca.
El pelo…..los labios…. Se parecen mucho, increíblemente parecidos…la curva de la cintura, e tamaño de las manos, el ritmo de su pecho al respirar….el tono de voz era mucho más dulce, sin embargo. No quiere decir eso que el de su hermano no lo fuese, pero al menos no levantaba el tono tanto como él….
Si se parecían tanto….¿tendrían el mismo sabor? ¿suspirarían igual si sus respiraciones iban casi al unísono?....si sus curvas giraban casi de la misma forma…¿acariciarle, lamerle,….sería igual?
¿Sería también la parte baja de su espalda su mayor zona erógena?
Como alquimista, debía investigarlo. A ser posible con los dos especimenes delante
- ¿Taisa? ¿Le pasa algo? –preguntó inocentemente Alphonse, que sujetaba en su recién recuperada mano su también recién conseguido reloj de alquimista Nacional. - Visto el caso que nos haces…. ¡Te preguntaba que quién supervisará a Al, Taisa! –estaba claro que Ed no tenía la misma paciencia que su hermano. - Oh –dijo Roy casualmente sonriendo –Será todo un placer que Alphonse esté bajo mi cargo, igual que tú…..un verdadero placer, Fullmetal.
Page 1 of 3